1. 1. Introducción: El teatro barroco (Manel Villegas)
2. 2. Lope de Vega (Pili Prieto)
3. 3. El teatro de Lope de Vega. (Belen Acordagoitia)
3.1 La comèdia. (Belen Acordagoitia)
3.2 El tema. (Miriam Requena)
3.3 Los personajes. (Miriam Requena)
4 Obras más importantes y comparación con autores anteriores. (Marc García)
5 La poesía y la narrativa de Lope de Vega (Laia Laplana)
6 Escuela de Lope de Vega. (Laia Laplana)
EL TEATRO BARROCO
1. Introducción
Aunque otras producciones gozaron de gran favor del público, el género dramático se configuró, sin duda alguna, como la producción literaria más nacional del Siglo de Oro español. La consagración del género y su conversión en espectáculo, determinó la aparición de nuevos modos de representación escénica: de los entarimados instalados en las plazas se pasó a la aclimatación de locales apropiados.
Ya a finales del siglo XVI, el fondo de los patios de vecinos, llamados corrales, hacía de escenario, mientras que sus tres lados restantes servían de galería reservada a los más pudientes y en el patio propiamente dicho se acomodaban los restantes espectadores.
Poco después se construyeron locales destinados a la propia representación teatral; conservaron idéntica estructura, pero cubrieron el escenario y una galería con sendos tejados, a la vez que un toldo permitía techar el corral entero. La representación solía comenzar por la tarde y solía durar, con los entremeses y bailes, entre dos y tres horas.
El desarrollo definitivo del género a partir de 1600 coincide con el fin, por orden de Felipe III, de la prohibición de montar espectáculos teatrales que pesaba desde 1582.
Las obras dramáticas, llamadas genéricamente comedias, eran de tres tipos: la tragedia, en el sentido de acción catastrófica, escasamente representada y escrita (pues la vida no es trágica ni cómica en sentido puro), el drama y la comedia propiamente dicha.
La estructura de las obras presentaba tres jornadas o actos. Durante el primer entreacto se representaba un entremés y en el segundo se cantaba una jácara. Con independencia de esos intermedios musicales, la música fue incorporada al teatro.
Aunque antes de este había 2 tipos más de teatros en España:
El teatro religioso: caracterizado por piezas breves en un acto, presentaba personajes abstractos en forma de alegoría (el bien, el pecado, el hombre…). Presentaban un conflicto entre el bien y el mal, donde se enfrentaban el bien contra el Demonio, que se resolvía con el triunfo del primero (carácter didáctico y moralizador). Se representaba al aire libre, frente a la iglesia.
El teatro cortesano: Se representaban en los salones o jardines de palacios. Las innovaciones escenográficas permitieron unos efectos especiales espectaculares. Se lucían normalmente en comedias mitológicas o fantásticas y encandilaban al público cortesano. Calderón usó muchos de esos elementos.
CARACTERÍSTICAS
El Barroco se caracteriza por lo siguiente:
§ Pesimismo: El Renacimiento no consiguió su propósito de imponer la armonía y la perfección en el mundo, tal y como pretendían los humanistas, ni había hecho más feliz al hombre; las guerras y las desigualdades sociales seguían estando presentes; el dolor y las calamidades eran comunes en toda Europa. Se instala un pesimismo intelectual, cada vez más acentuado, unido al carácter desenfadado de que dan testimonio las comedias de aquella época y las truhanerías en que se basan las novelas picarescas.
§ Desengaño: Como los ideales renacentistas fracasaron y, en el caso de España, el poder político estaba desvaneciéndose, el desengaño continúa y surge en la literatura, que en muchos casos recuerda a la de dos siglos antes, con la Danza de la Muerte o las Coplas a la muerte de su padre deManrique. Quevedo dice que la vida está formada por «sucesiones de difunto»: en ellas se van convirtiendo los nacidos, desde los pañales hasta la mortaja con la que se cubren los cuerpos exánimes. En conclusión, nada tiene importancia, sólo hay que conseguir la salvación eterna.
§ Preocupación por el paso del tiempo
§ Pérdida de confianza en los ideales renacentistas
ESTRUCTURA DE LA OBRA
Comenzaba con una loa(una presentación en verso), y después se representaba el primer acto. Terminado el primer acto, se escenificaba un entremés (pieza breve, de tono humorístico). Tras el segundo acto, se interpretaban canciones o se hacía un baile, y al acabar el tercer acto, el espectáculo finalizaba con un sainete (nuevo entremés).
2. Biografía
Lope Félix de Vega y Carpio nació en Madrid en el año 1562. Desde la tierna infancia demostró facilidad para las letras, escribiendo tanto en español como en latín poesías, traducciones y primeras comedias. Estudió en el Colegio Imperial de los Jesuitas y posteriormente estudió en la Universidad e incluso se ordenó como sacerdote, influenciado por el Obispo de Ávila.
En 1579 fue desterrado por haberle escrito una sátiras contra la amada que lo había abandonado y contra la familia de ésta. Más tarde, rapta, con su consentimiento, a la que se convertiría en su esposa, quien aparece como Belisa en algunas composiciones.
En 1598 se casó con Juana de Guardo, tuvo con ella, un hijo muy querido, Carlos Félix, y tres hijas. Más tarde, se enamora de Micaela de Luján, de la que tuvo cinco hijos. En 1614, tras la muerte de su esposa i de su hijo Carlos Félix, Lope arrepentido se ordena sacerdote y renuncia a seguir escribiendo. Pero a partir del 1616 vuelve a enamorarse i a escribir ya que convivio i tuvo una hija con Marta de Nevares
Aunque de familia humilde, su destreza literaria lo llevó a relacionar-se con la nobleza de la época. Tuvo amistades cortesanas influyentes y perteneció a varias congregaciones religiosas, lo que le valió ingresos y su título de Fray que se suele anteponer a su nombre.
Falleció en Madrid en 1635 y sus restos depositados en la Iglesia de San Sebastián.
Lope de Vega destaca sobre todo como autor de teatro y es el verdadero creador del teatro nacional desarrollando el substrato, los intentos previos de dramaturgos anteriores.
Su producción dramática fue enorme y podemos decir que fue el autor más fecundo de la literatura española y, quizá, universal.
Esta gran cantidad de obras también determina la variedad de los temas tratados en las mismas. En Lope está todo: el mundo religioso con relatos del Antiguo y Nuevo Testamento, vidas de santos y leyendas o tradiciones devotas, los temas pastoriles y caballerescos, argumentos extraídos de novelas orientales, italianas y españolas, hechos y personajes famosos de la Edad Media europea, sucesos famosos de la antigüedad, leyendas locales. Destacan especialmente los asuntos sacados de las viejas crónicas españolas y del romancero.
Lo que más llama la atención en su obra es que Lope supo impregnar toda esta diversidad con la palabra y el espíritu de sus contemporáneos y, sin importarle demasiado ciertos anacronismos, vistió estos asuntos con elementos tomados de la realidad nacional inmediata. Esto es lo verdaderamente español del teatro de Lope y la fórmula con que se acercó a la sensibilidad del hombre de su tiempo en temas tan diversos.
3. El teatro de Lope de Vega
Rasgos de su teatro
La obra y teatro de Lope de Vega fueron increíblemente prolíferos, además, cultivó todos los géneros literarios, como otros escritores contemporáneos.
Lope de Vega crea un esquema dramático nuevo que se conoce con el nombre de teatro nacional o comedia nacional. En sus obras dramáticas refleja los anhelos, los problemas y los ideales de las gentes de su pueblo.
Innovaciones en el teatro de Lope de Vega
Las innovaciones que realizó el teatro de Lope de Vega, están expuestas en sus teorías dramáticas, compendiadas en el “Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo” (1609).
Sus teorías se oponen a las teorías horacianas, expuestas en la “Epístola a los Pisones” (conocida como “Ars poetica”).
· Dentro de las tres unidades dramáticas: acción, tiempo y lugar, aconseja respetar la unidad de acción, ñunicamente, para mantener la verosimilitud, aunque redujo la acción a tres actos, rechazando las otras, principalmente en las obras históricas, donde se torna absurdo su seguimiento. Aconseja mezclar lo cómico con lo trágico.
· Mezcla lo trágico y lo cómico. Antiguamente se reservaba lo trágico para la tragedia y lo cómico o gracioso para la comedia.
· Mezcla personajes nobles y plebeyos. No hay separación por razón de escala social; aunque entre el personaje y su modo de hablar, vestir y comportarse hay una adecuación perfecta.
· Introduce bailes y cantos populares. Esto da variedad y espectacularidad a la obra.
· Combina estrofas muy diversas. Sus obras están en verso; pero no utiliza el mismo verso o la misma estrofa en todas ellas.
· División en tres actos. Las obras se dividen en tres actos que suelen corresponder con la exposición, la trama y el desenlace.
· El gusto: Lope admite que las reglas del teatro clásico están bien, pero cada época es distinta y los gustos del público varían. Así que hay que adaptarse a ellos, puesto que el público es el que paga. El fin de la comedia es provocar el disfrute del público.
Por tanto, Lope de Vega es fundamental el papel desempeñado dentro de la historia del teatro durante los siglos XVI y XVII, hasta el punto de que se le ha llegado a considerar como el auténtico creador de la denominada “comedia nueva”.
3.1 La comedia
En el siglo XVII, Lope de Vega, tuvo la genialidad de acertar con una fórmula teatral de éxito seguida por todos los autores a partir de entonces. Se le llamó la COMEDIA NUEVA, para distinguirse de la obra teatral clásica. Esta comedia combinaba la calidad literaria con la capacidad de atraer al público, objetivo que logró como nadie.
En 1609, Lope de Vega publicó el Arte nuevo de hacer comedias de este tiempo. Se trata de una serie de reflexiones sobre las comedias de su época y de cómo le gustaría al autor que se compusieran.
Sobre todo, es una defensa de la nueva comedia frente a las críticas de los neoaristotélicos españoles y extranjeros. Los aspectos más importantes del Arte nuevo son los siguientes:
· El gusto: aunque las reglas clásicas sean mejores, los gustos del público varían y los autores han de satisfacer las nuevas preferencias.
· Los personajes: se pueden mezclar personajes trágicos y cómicos.
· Unidad de acción: debe mantenerse, aunque Lope no sigue siempre ese precepto.
· Unidad de tiempo: la acción debe transcurrir en el menor tiempo posible.
· Unidad de lugar: puede no respetarse.
· Número de actos: la división será en tres actos de ocho hojas cada uno, lo que equivale tres horas, con la loa, el entremés y el baile.
· Métrica: se ajusta a las situaciones, lo que le permite utilizar la tradición poética anterior.
· Finalidad: el objetivo de la comedia es provocar el deleite del público:
«Como las paga el vulgo, es justo hablarle en necio para darle gusto».
La comedia nueva se podía clasificar según el siguiente esquema:
· Religiosas
· Mitológicas
· Historia clásica
· Históricas y novelescas de tema extranjero
· De historia y leyenda española
· Costumbristas
· Pastoriles
· Caballerescas
· Extraídas de novelas
3.2. Temas del teatro de Lope de Vega:
Lope de Vega defendía la libertad en la elección de temas, y su teatro presenta una temática variada: religiosa, histórico-legendaria, de enredo…, pero el autor opinaba que los temas que más conmovían al público eran los conflictos de honra y honor.
Según los temas, las obras de Lope se clasifican en los siguientes grupos:
- El tema religioso:Aparece en autos sacramentales y en comedias. Algunas dramatizan vidas de santos y otras recogen leyendas de origen medieval. También escribe dramas de inspiración bíblica.
- Las comedias de historia y leyendas españolas:Muchas se ambientan en la Edad Media y están basadas en asuntos que toma de las crónicas, leyendas, romances y canciones, como El caballero de Olmedo. Aquí se incluyen también los dramas del poder injusto, es decir, aquellos que plantean conflictos entre el pueblo y la nobleza. En los casos en que el pueblo se enfrenta o se venga de un noble tirano, el rey acaba dando la razón al villano o a la colectividad que se ha sentido ofendida en su honor. Es lo que ocurre, por ejemplo, en Peribáñez y el comendador de Ocaña. En ambas obras, la figura del rey queda fortalecida y éste es aclamado por el pueblo, porque representa la justicia frente al abuso feudal de algunos nobles. En este sentido, la comedia de Lope de Vega cumple la función social de apuntalas la monarquía absoluta frente al poder de algunos nobles indignados. En ningún caso se cuestiona la figura del monarca, ya que, cuando es el rey quien representa el poder injusto y abusa de su poder, la ofensa queda sin venganza, como ocurre, por ejemplo, en La Estrella de Sevilla.
- Las comedias contemporáneas de amor y enredo:Son obras llenas de equivocaciones e intrigas que se sitúan en ambientes rurales o urbanos de la época y que giran entorno al tema amoroso, con alcahuetas, muchachas que se disfrazan de hombres, visitas inesperadas etc. Suelen tener un tono desenfadado y un feliz. Destacan El acero de Madrid, El perro del hortelano y La dama boba.
3.3. Los personajes del teatro de Lope de Vega:
En la obra de Lope de Vega se suelen repetir unos personajes que se defienden por su forma de actuar, no por su forma de ser, y se convierten en modelos sociales: el rey, el caballero (o villano), el galán, la dama, el gracioso y la criada.
En general, en el teatro de Lope de Vega los personajes no están muy matizados psicológicamente ni representan grandes pasiones o ideas, como ocurre en el teatro de Calderón de la Barca. Sin embargo, en el conjunto de su obra se repiten una serie de personajes-tipo que aparecen con idéntica función dramática. Los más habituales son los siguientes:
- El rey:Representa el poder, es quien restablece el orden y apoya la justicia en los conflictos sociales.
- El noble poderoso:Orgulloso de su linaje, suele ser antagonista cuando abusa de su poder y provoca el conflicto con sus vasallos. En esas situaciones, los vasallos reclaman justicia al rey o se vengan del noble.
- El caballero:Mantiene el orden familiar. Aparece como padre, hermano o esposo que vela por el honor y la honra de la familia. Suele ser el protagonista de las comedias de honor. En ciertas obras de ambiente rural, este papel lo cumple el villano, el hombre del pueblo que representa la honradez y el sentido moral.
- El galán y la dama:La pareja de jóvenes enamorados, son siempre de un mismo grupo social. En general, el galán es un hidalgo o noble que se caracteriza por su generosidad, valentía y atractivo, una figura clave de muchas comedias de enredo.La dama es bella y, sobre todo, lista. Con su astucia logra vencer los obstáculos que se interponen entre ella y su galán.
- El gracioso:El gracioso acompaña al galán como criado, amigo o confidente, y es su contrapuesto: cobarde y materialista. Su ingenio da un tono distendido a las escenas más tensas, y a veces sorprende por su sensatez. A menudo vive una historia amorosa paralela a la del galán.
- La criada:
La criada de la dama suele ser también su confidente y hace de puente entre dama y galán, llevando cartas y dando información. Muchas veces vive su historia amorosa, paralela a la de los señores, con el criado del galán. A veces, este papel lo cumple una amiga de la dama o una dueña, que puede actuar también como “gracioso”.
4. Obras más importantes y comparación autores anteriores
Obras más importantes
Lope de Vega es un gran autor al que se le atribuyen unos 3.000 sonetos, 3 novelas, 4 novelas cortas, 9 epopeyas, 3 poemas didácticos y varios centenares de comedias.
Aquí podemos ver algunas de sus obras conocidas:
OBRA NARRATIVA
La Arcadia
El peregrino en su patria
Pastores de Belén
La Dorotea
OBRA LÍRICA
Los romances
Rimas
Rimas sacras
La Filomena
La Circe
Triunfos divinos
Laurel de Apolo
La vega del Parnaso
Rimas humanas y divinas del licenciado Burguillos
La lírica en el teatro
OBRA ÉPICA
La dragontea
Isidro
La hermosura de Angélica
Jerusalén conquistada
OBRA DRAMÁTICA
La creación de la Comedia Nueva
La discreta enamorada, El acero de Madrid, Los embustes de Celauro, El bobo del colegio, El amor enamorado, Las bizarrías de Belisa, La esclava de su galán.
Destacamos como las obras más importantes de Lope de Vega las
siguientes:
El Caballero de Olmedo
En una feria en Medina del Campo doña Inés es vista por Don Alonso y éste queda completamente enamorado de ella. Don Alonso para conseguir el amor de Doña Inés, Don Alonso decide contratar los servicios de una alcahueta llamada Fabia. Fabia le comenta a Doña Inés que Don Alonso la quiere ver en el huerto, a lo que
Doña Inés accede. En el huerto se presenta Don Rodrigo, persona de alta clase social y hombre con el cual el padre de Doña Inés pretendía casarla, lo que hace que Doña Inés se enfade porque piensa que Fabia miente, y el que ha contratado los servicios de Fabia ha sido Don Rodrigo.
A los pocos días Don Alonso y Tello, su criado, se presentan en Medina para visitar a Doña Inés. Cuando
Don Alonso regresa a Olmedo a lidiar un toro, Tello se queda con Doña Inés como su profesor de latín, para no casarse con Don Rodrigo, doña Inés se viste de monja. Tello entrega una carta a Doña Inés de parte de Don
Alonso y a los pocos días vuelve don Alonso Medina a ver a doña Inés.
De regreso a Olmedo don Alonso cae en una emboscada por don Rodrigo y Fernando, que lo dejan mal herido, cuando está tirado en el camino medio desangrado llega Tello y lo lleva a casa de sus padres y allí antes de morir, don Alonso se lo cuenta todo a Tello. Cuando Tello fue a contarle la desgraciada noticia a doña Inés a su casa de Medina, llega ve que en casa de doña Inés estaban don Rodrigo, Fernando y el rey, al cual Tello se lo cuenta todo y pide justicia, cosa que éste le concede.
Fuente Ovejuna
Fuente Ovejuna es un pequeño pueblo labrador, que está bajo el dominio de
Fernán Gómez, Comendador Mayor de la orden de Calatrava, un hombre cruel y
sin escrúpulos que trata mal y explota a sus vasallos.
Entre la gente del pueblo se encuentra Laurencia, quien quiere casarse con
Frondoso, un joven de la localidad. Un día, Laurencia se encuentra en el bosque
con el Comendador, quien la quiere aprisionar y llevar a palacio, y entonces
aparece Frondoso en defensa de su amada, amenazando al Comendador con una
ballesta, y logrando así poder escapar con su prometida. Esto enfada al
Comendador, quien aparece el día de la boda de Frondoso y Laurencia, y se lleva
a ella a palacio, y a él a la cárcel.
El pueblo de Fuente Ovejuna, ya está harto de la crueldad de su señor, que no
hace más que fastidiarlos, ya sea reclutando jóvenes para sus guerras, o
deshonrando a sus mujeres, y esta es la gota que colma el vaso de su paciencia,
así que deciden intervenir y matar al Comendador. Para ello deciden asaltar su
palacio, cosa que hacen al grito de viva los Reyes Católicos, y sin piedad, acaban
con él. Tras el asesinato, acuerdan no decir nunca quién lo hizo, sino decir que fue
Fuente Ovejuna. Flores, un fiel criado del Comendador, huye vivo del palacio y va
a avisar a los reyes de lo sucedido. Cuando estos se enteran, mandan a un juez
para recoger información, y poder así juzgar al pueblo. Pero pese al mucho
esfuerzo del pesquisidor, no pudo sacar nada en claro, ya que a pesar de torturar a
todo el mundo, incluso a niños, a la pregunta de “quién mató al Comendador”,
siempre respondían “Fuente Ovejuna, señor”. Tras estos hechos el juez vuelve a
ver a los reyes acompañado por todo el pueblo para informarles de lo sucedido.
Una vez allí, el pueblo le dice que solo quieren ser sus vasallos, y de nadie más, y
los reyes admirando la valentía y el respeto que les tenían los perdona y los
acogen bajo su protección.
El perro del hortelano
Todo empieza cuando Teodoro y Marcela están hablando en la terraza del castillo
de la condesa Diana. Tristán amo de Teodoro vigila en la puerta, al ver que se
acerca Fabio, Teodoro y él se dan a la fuga empujando a Fabio que cae rodando
por las escaleras. Mas tarde llega la condesa, y ver la situación habla con Marcela
para descubrir que es lo que ha ocurrido, y ésta la confiesa todo, por lo que la
condesa decide que Marcela y Teodoro pueden casarse, pero en realidad ella está
enamorada de Teodoro.
Diana escribe una carta de amor a Teodoro, y este al descubrir que tiene
posibilidades con la condesa, rechaza a Marcela, que por venganza se marchará
con Fabio.
A los pocos días la condesa recibe a sus dos pretendientes, el conde Federico y el
marqués don Ricardo, y escoge a su futuro esposo, rechazando a Teodoro.
Entristecido por la noticia intenta volver con Marcela, que le rechaza justificando
que está con Fabio, aunque pronto acabarán reconciliándose. La condesa sigue
espiándo a Teodoro y al verle con Marcela se pone celosa, por lo que decide
confesar a Teodoro que esta enamorada de el, aunque es una deshonra por no
tener sangre noble.
Diana rechaza al marques Ricardo, y Teodoro habla con Marcela para no crearla
falsas esperanzas. Pero entonces los pretendientes de Diana, Ricardo y Federico
que se dan cuenta que esta enamorada de Teodoro, que ni siquiera tiene sangre
noble, encargan a Tristán que lo mate.
Tristán se lo cuenta todo a su amo e ingenian un plan para salvarle. Deciden ir a
visitar al conde Ludovico, que hace años perdió a su hijo Teodoro, aprovechando
esta coincidencia se hace pasar por él, de esta forma conseguiría tener sangre
noble para poder casarse con la condesa. El conde recibe muy feliz la noticia, por
lo que parte enseguida a visitarle. Ante la sorpresa de todos, consigue casarse con
Diana, y la feliz pareja se marcha a España para vivir junto a su “padre”.
Comparación con autores anteriores
El estilo de literatura de Lope se puede comparar solo con el de algunos otros hombres en la historia de la literatura. Lope utilizó la poesía, la prosa y el lirismo. Por medio de éstas técnicas logró plasmar sus ideas en sus novelas y poemas. Podemos entonces decir que Lope poseía un estilo totalmente nuevo, el cual logró revolucionar muchos pensamientos de su tiempo. Lope exaltó las ideas religiosas y monárquicas, también el sentimiento de honor. También funcionó exitosamente lo cómico y lo trágico. Otra característica de su estilo fue la utilización del verso con predominio del octosílabo y la división en tres actos:
· Exposición
· Nudo
· Desenlace
Por lo tanto Lope de Vega utiliza un estilo totalmente nuevo y diferente a los anteriores grandes autores como Góngora , en el cual se utilizará una base de textos dialogados y estructurados en diferentes actos y escenas para darle mucho más realismo y sentimiento a la obra , esto es lo que lo diferencia de otros grandes autores.
5. La poesía y la narrativa de Lope de Vega
La poesía de Lope de Vega se divide en tres grandes géneros, Lírica, épica y dramática:
Obra lírica
La obra lírica de Lope de Vega se divide en diez apartados:
Los romances
Lope pertenece y encabeza, con su eterno rival el cordobés Luis de Góngora, una precoz generación poética que se da a conocer en la década que va de 1580 a 1590. Desde la temprana edad de dieciocho o veinte años estos poetas empiezan a ser conocidos y celebrados. Los autores –es obvio– no tuvieron mayor interés en controlar ni exigir nada a los impresores. Son, en general, poetas jóvenes (Lope, Góngora, Pedro Liñán de Riaza…), con menos de treinta años. Nadie se preocupó de reclamar su autoría, al menos directamente. La crítica moderna se ha ocupado de dilucidar la autoría de tal o cual romance, pero no ha hecho el esfuerzo necesario para intentar con seriedad establecer el corpus romanceril de los distintos poetas. El de Lope se ha quedado en vagas aproximaciones. Mucho se ha hablado sobre el sentido y el alcance de este romancero de la generación de 1580, en el que Lope impone unas pautas recreadas por otros muchos. El protagonismo de nuestro poeta fue reconocido desde el primer momento. El nuevo romancero fue una fórmula literaria que caló rápidamente en la sensibilidad social. Jóvenes que estaban llamados a ser genios creadores de larga trayectoria propusieron a sus lectores y oyentes un feliz híbrido de convencional fantasía y unas referencias en clave a amores y amoríos, favores y desdenes, gustos y disgustos de la actividad erótica. Pero el exhibicionismo sentimental no se presenta en ellos desnudo. Aparece, para mayor encanto, velado por la fantasía heroica de los romances moriscos o por la melancolía pastoril. La añeja tradición de los romances fronterizos, compuestos en su mayor parte en el siglo XV al hilo de los hechos históricos a que aluden, reverdece a finales del siglo XVI en este género de moda. Los moriscos fueron los primeros romances de moda compuestos por la generación de 1580 [vid. «Ensíllenme el asno rucio»; «Mira, Zaide, que te aviso»]. La moda del romancero morisco fue sustituida por la pastoril, aunque hubo un tiempo de convivencia de ambas [vid. «De pechos sobre una torre»; «Hortelano era Belardo»]». Cf. sobre este último aspecto Francisco de Quevedo: Historia de la vida del buscón. Edición de Ignacio Arellano. Madrid: Espasa, 2002, p. 129: «Item, advirtiendo que después que dejaron de ser moros (aunque todavía conservan algunas reliquias) [los poetas] se han metido a pastores, por lo cual andan los ganados flacos de beber sus lágrimas, chamuscados con sus ánimas encendidas, y tan embebecidos en su música que no pacen, mandamos que dejen el tal oficio, señalando ermitas a los amigos de soledad».
Rimas
En noviembre de 1602, emparedada entre La hermosura de Angélica y La Dragontea, aparecía en la madrileña imprenta de Pedro Madrigal una colección de sonetos: el primer poemario, sin argamasa narrativa, que Lope publicaba a su nombre. El público debió de acoger favorablemente la colección de doscientos sonetos porque Lope se decidió a publicarlos, sin los poemas épicos, y acompañados de una «Segunda parte», compuesta por églogas, epístolas, epitafios. Esta nueva edición vio la luz en Sevilla en 1604. La edición de 1604 enmendaba en ciertos detalles los sonetos publicados en 1602 y reordenaba con buen tino algunos de ellos. Todavía no había acabado el proceso de acrecentamiento. En 1609 Lope vuelve a editarlas en Madrid, con la adición del Arte nuevo de hacer comedias. El impreso, aunque descuidado en grado sumo, tuvo buena acogida. El texto, que podemos considerar definitivo, con los doscientos sonetos, laSegunda parte y el Arte nuevo, se reimprimió en Milán, 1611; Barcelona, 1612; Madrid, 1613 y 1621; y Huesca, 1623. En el caso de las «Rimas» encontramos poemas que cabe datar entre 1578 y 1604. Los doscientos sonetos recorren, desordenadamente y con incrustaciones de otros asuntos, el itinerario obligado de los canzonieri petrarquistas. Los conflictos amorosos con [Elena] Osorio dieron origen a una celebrada serie sonetil de Lope: la de los mansos. El motivo pastoril se recrea en una trilogía formada por el soneto «Vireno, aquel mi manso regalado», conservado en el «Cartapacio Penagos» pero no impreso hasta que lo editó Entrambasaguas en 1934, y los sonetos 188 y 189 de las Rimas. El soneto 126, «Desmayarse, atreverse, estar furioso», se limita a anotar contrarias reacciones, sicológicamente verosímiles, del amante. Los trece primeros versos han acumulado el predicado de la definición, sin nombrar el sujeto. El segundo hemistiquio nos quiere convencer, nos convence de que no hemos oído una abstracta e impersonal definición escolástica, sino la expresión artística de una experiencia viva: «quien lo probó lo sabe». De entre todos los poemas que glosan estos asuntos, alcanzó pronta y perdurable fama el 61: «Ir y quedarse, y con quedar partirse». Los poemas añadidos en 1604, a pesar de su notable interés, apenas han despertado la curiosidad de críticos y lectores. Se inicia con tres églogas de distinta factura, interés y calado. El Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, escrito a finales de 1608, es un poema didáctico, una charla o conferencia y, como tal, se escapa de los estrictos límites de la lírica o la épica.
Rimas sacras
La primera edición es madrileña, de 1614, con el preciso título de Rimas sacras. Primera parte. Que sepamos, nunca hubo una segunda parte. Estamos ante uno de esos poemarios en los que el autor sintetiza toda una vena de su fértil musa. Su estructura corresponde a lo que venimos llamando cancionero lopesco. Lo integran un canzoniere petrarquista (los cien sonetos iniciales) y una variedad de composiciones en diversos metros y géneros: poesía narrativa en octavas, glosas, romances descriptivos, poemas en tercetos encadenados, liras y canciones. Las Rimas sacras van a desarrollar ampliamente la palinodia que exigía la tradición literaria delpetrarquismo. No solo porque el soneto inicial sea una reescritura del de Garcilaso de la Vega («Cuando me paro a contemplar mi estado»), sino porque la idea esencial de ofrecer un ejemplo de arrepentimiento del amor mundano está aquí desarrollada, no en un soneto, sino en toda la serie inicial y en otros muchos poemas que pespuntean el «canzoniere» petrarquesco. La mayoría de los sonetos de las Rimas sacras están escritos en primera persona y dirigidos a un tú íntimo e inmediato. El más celebrado de todos, el XVIII, es un monólogo del alma, que habla con voces coloquiales y directas a un Jesús enamorado: «¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?». Frente a estos sonetos de la intimidad, se encuentran, en número menor pero relevante, los de carácter hagiográfico, litúrgico o conmemorativo. Sin embargo, algunos poemas narrativos, como «Las lágrimas de la Madalena», el de mayor extensión, son continuación del universo poético predominante en los sonetos. «Las lágrimas» pertenece a una especie de la épica.
La Filomena
En julio de 1621 apareció en Madrid La Filomena con otras diversas rimas, prosas y versos. En ese mismo año conoció una nueva edición barcelonesa, obra del más apasionado lopista entre los impresores catalanes: Sebastián de Cormellas. Volumen, pues, misceláneo, en el que Lope ensaya, con esa permanente vocación experimental que venimos señalando, dos géneros que han irrumpido con fuerza en el panorama literario de su época: la novela y la fábula mitológica; y trata de dar la réplica a sus máximos creadores y perpetuos rivales:Góngora y Cervantes. El poema que da título al volumen se presenta en dos partes distintas en el metro (octavas frente a silvas), el género (narrativa frente a fábula simbólica de polémica literaria) y la intención. La primera parte, en tres cantos, narra la trágica historia de Filomena, violada y mutilada por su cuñado Tereo, según el conocido relato ovidiano del libro VI de las Metamorfosis. «Las fortunas de Diana», novela corta, no se halla exenta tampoco de afán polémico y espíritu de emulación. Estamos ante un coletazo, casi último, de la agria disputa que surgió a raíz de la publicación del Quijote. Primera parte (1605) y la respuesta del círculo de Lope en el apócrifo, firmado por Alonso Fernández de Avellaneda (1614). Pero no es nuestro objeto comentar el arte narrativo de las «Novelas a Marcia Leonarda», sino señalar su dimensión lírica. Su núcleo principal es una nueva entrega de romances pastoriles. «La Andrómeda» es un poema emparentado con «La Filomena» aunque algo más breve: 704 versos en un único canto. Narra con su habitual soltura, y con menos digresiones de las habituales, la historia de Perseo, la muerte de la Medusa, el nacimiento de Pegaso, el surgimiento de la fuente de Hipocrena. Mucho más interesantes son las epístolas poéticas que vienen a continuación, entre las que se incluyen dos que no son de Lope.
La Circe
La Circe con otros poemas y prosas aparece en Madrid en 1624. La Circe es un volumen misceláneo, gemelo de La Filomena, aunque con matices y diferencias. El poema que da título al volumen es una réplica y, en cierto modo, una superación del modelo de la fábula mitológica fijado por Góngora. En dos sentidos: en su extensión y complejidad (tres cantos con 1232, 848 y 1232 versos) y en su alcance moral. Un narrador omnisciente presenta al lector la trágica caída de Troya. El mismo narrador nos cuenta cómo los soldados de Ulises abren los odres de Eolo ha encerrado los vientos y, en medio de la tempestad llegan a la isla de Circe. Asistimos a la transformación de los soldados en animales. Vencida Circe, los amigos de Ulises recuperan su imagen originaria. Parte Ulises, pero aún ha de descender a los infiernos para consultar su porvenir con el adivino Tiresias. «La rosa blanca» es el segundo poema mitológico de este volumen, más breve y concentrado que La Circe, con 872 versos en octavas. Reúne en rápida sucesión una serie de episodios míticos vinculados a la diosaVenus. Como en La Filomena, Lope reservó las tres novelas «A la señora Marcia Leonarda» para insertar la aportación de versos castellanos que tenemos en todos sus poemarios. No abusa de ellos: tres o cuatro poemas originales acoge cada una de las narraciones. Las seis epístolas en verso de La Circe (hay tres más en prosa) son prolongación y depuración del género y del talante poético que vimos en La Filomena.
Triunfos divinos
A los diez años de sacerdocio, en medio de las polémicas literarias en torno al culteranismo, Lope volvió a la poesía sagrada como un instrumento más para acercarse al poder político y al eclesiástico. Estas circunstancias son evidentes en Triunfos divinos (Madrid, 1625), dedicado a la condesa de Olivares. El poema extenso que da título al volumen es una versión a lo divino de los Triomphi del Petrarca. La parte más viva del poemario son los sonetos que continúan la línea penitencial e introspectiva del volumen de 1614. Con portadilla propia, dirigido a la reina Isabel de Borbón, cierra el volumen un poema épico breve (tres cantos; 904 versos) titulado La Virgen de la Almudena.
Laurel de Apolo
Dentro de la campaña con la que Lope trata de proyectar su figura entre las altas esferas y en los círculos literarios debe incluirse la publicación del Laurel de Apolo (1630). El poema central, que da título al volumen, es el acta de unas cortes del Parnaso. Para esta transcripción emplea como estrofa la silva. Se propuso Lope elogiar a los poetas de su tiempo y así lo hizo. A lo largo de diez silvas, desfilan cerca de trescientos vates españoles y portugueses, treinta y seis italianos y franceses y diez pintores ilustres. Dentro del largo catálogo de poetas se insertan algunas fábulas mitológicas, dos de ellas con su propio título identificativo (El baño de Diana, El Narciso). Aprovecha además Lope para atacar indirectamente a su rival por el puesto de Cronista del Reino de Castilla y León, José Pellicer de Salas y Tovar, quien era, además, uno de los comentaristas de su gran enemigo, Luis de Góngora, cuyo estilo se critica también en el Laurel de Apolo a través de sus malos seguidores. El volumen del Laurel de Apolo, aunque ocupado en su mayor parte por el extenso poema que he descrito, tiene un apéndice que no carece de interés. Allí encontramos La selva sin amor, égloga pastoril, una silva, una epístola y un manojuelo de ocho sonetos, entre los que siempre se han destacado las sátiras anticulteranas: "Boscán, tarde llegamos. ¿Hay posada...?".
La vega del Parnaso
Entre los poemarios de Lope, este presenta una historia muy peculiar. Su núcleo está integrado por una serie de composiciones líricas de cierta extensión impresas como pliegos sueltos o folletos de escasas páginas en los últimos años de la vida del poeta. Lope pensó en dar a la imprenta El Parnaso, pero no llevó a efecto su propósito. El nuevo poemario no vio la luz hasta que, muerto el autor, sus amigos y herederos lo publicaron en 16375 en la Imprenta del Reino con el título de La vega del Parnaso. En La vega se reunieron obras de muy distinto calado, intención e importancia. Se incluyeron los impresos sueltos anteriores a 1633 que ya han sido mencionados. Se recuperaron textos antiguos. Se acumularon poemas de ocasión de la última etapa de Lope. Se agruparon también algunas obras escritas en los últimos meses de vida del poeta. Esta mezcla de dramas y poemas líricos es enteramente ajena a los hábitos editoriales de Lope. La vega del Parnaso constituye la penúltima revolución lírica de Lope. En varios poemas emplea dos tipos de lira de seis versos. Con este metro busca una expresión más escueta. Es un abandono momentáneo de su larga trayectoria de poeta petrarquista y amoroso para intentar una poesía volcada hacia lo social que le granjeara el respeto y el auxilio de la corte. Uno de los temas clave del poemario es la conciencia de la muerte.
Rimas humanas y divinas del licenciado Burguillos
En noviembre de 1634 acaba de imprimirse en la Imprenta del Reino, a costa de Alonso Pérez, el último poemario que Lope verá en vida:Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos. El libro tiene la estructura habitual de los cancioneros lopescos: un cancioneropetrarquista (formado por la mayor parte de los 161 sonetos), que resulta fundamentalmente paródico y humorístico, ya que se centra en una lavandera del Manzanares, Juana, a la que pretende el autor, una máscara o heterónimo de Lope, el estudiante pobre Tomé de Burguillos. Junto a estos poemas hay otros epigramáticos, humorísticos, serios, desengañados, satíricos, jocosos, religiosos e incluso filosóficos, que pertenecen al tranquilo ciclo de senectute lopesco, así como una excepcional epopeya cómico-burlesca, La Gatomaquia, en siete silvas, sin duda la más perfecta y acabada muestra del género épico que salió de la pluma de Lope, protagonizada por gatos. En la portada aparece eñ «licenciado Tomé de Burguillos», y un retrato grabado del mismo; su sintética biografía se nos da en el «Advertimiento al señor lector». Burguillos, paralelo en cierto sentido a la figura del donaire en la comedia, encarna la visión antiheroica, escéptica y desengañada del viejo Lope, que parodia en él su propia biografía y su creación literaria. Sin embargo la aprobación del amigo del autor, Francisco de Quevedo, deja entrever que su estilo es bien parecido "al que floreció sin espinas en Lope de Vega". Burguillos traza un «canzoniere» petrarquista en clave de parodia, de autoparodia.
La lírica en el teatro
Con Lope de Vega, hacia 1585, el teatro español recupera su primitiva vocación lírica. Al fin, los creadores de la comedia nueva son los mismos que han puesto de moda los romances moriscos y pastoriles. Numerosas comedias de nuestro autor tienen su origen en canciones de carácter tradicional.
Obra épica
La obra épica de Lope de Vega se divide en cuatro obras:
La dragontea
Lope dedicó una parte considerable de los esfuerzos de sus mejores años a convertirse en el poeta épico español. El primero publicado, La dragontea, tuvo en su aparición notables problemas. El permiso para publicarlo le fue denegado por las autoridades castellanas en 1598, razón por la que el libro hubo de imprimirse en Valencia. Amparándose en este permiso valenciano, Lope pidió de nuevo la autorización para publicarlo en Castilla. No sólo no se permitió la nueva edición, sino que se mandó recoger los ejemplares que circulaban en el reino de Castilla. No cejó el poeta y, disimulado tras «La hermosura de Angélica» y los doscientos sonetos, lo publicó en Madrid en 1602. En las 732 octavas (5.856 versos) narra las correrías de sir Francis Drake.
Isidro
Lo más vivo del poema hagiográfico Isidro (Madrid, 1599), sobre la vida del patrono de Madrid, San Isidro Labrador, escrito en quintillas a lo largo de diez cantos son, sin disputa, los fragmentos abundantes en que el poeta se acerca al universo rural en que se mueve el santo; en efecto, Lope amó de todo corazón la vida sencilla de los campesinos y ansió toda su vida el contacto directo con la naturaleza. Pero este poema biográfico es algo más que eso, ya que se halla sólidamente documentado: leyó todo lo escrito anteriormente sobre el santo y tuvo acceso a los papeles de la causa de beatificación recogidos por el padre Domingo de Mendoza, comisario pontificio para la beatificación de Isidro.
La hermosura de Angélica
Este poema se publicó en 1602, junto a las Rimas y La dragontea; va dedicado a su amigo sevillano, el poeta Juan de Arguijo; en el prólogo dice Lope que lo escribió en los momentos que le dejaba libre la vida marinera, "sobre las aguas, entre las jarcias del galeón San Juan y las banderas del Rey Católico", continuando los flecos de la historia de Angélica que Ludovico Ariosto trazó en su Orlando furioso, pues él mismo propuso a otros ingenios que continuasen si lo hacían mejor. Traspasa la historia de Angélica a España y traza con sus aventuras y desventuras veinte cantos en octavas reales.
Jerusalén conquistada
En 1604, en el prólogo a la edición sevillana de las «Rimas», Lope anunciaba la inminente aparición de un nuevo poema épico. La obra no vio la luz hasta febrero de 1609. El texto que se imprimió no tiene dieciséis libros sino veinte. Lapesa sugiere que el texto original se remataba con la coronación de Ricardo Corazón de León como rey de Jerusalén; pero, para igualar el número de cantos del poema tassiano (Jerusalén liberada, 1581), Lope añadió cuatro en los que tuvo que narrar el abandono de la empresa por los cruzados.
Obra dramática
La obra dramática de Lope de Vega se divide en dos apartados:
La creación de la Comedia Nueva
Lope de Vega creó el teatro clásico español del Siglo de Oro con una novedosa fórmula dramática. En dicha fórmula mezclaba lo trágico y lo cómico, y rompía las tres unidades que propugnaba la escuela de poética italiana (Ludovico Castelvetro, Francesco Robortello) fundada en laPoética y la Retórica de Aristóteles: unidad de acción (que se cuente una sola historia), unidad de tiempo (en 24 horas o un poco más) y de lugar (que transcurra en un solo lugar o en sitios aledaños).
En cuanto a la unidad de acción, las comedias de Lope utilizan el imbroglio o embrollo italiano (contar dos historias o más en la misma obra, por lo general una principal y otra secundaria, o una protagonizada por nobles y otra por sus sirvientes plebeyos). La de tiempo, es recomendable pero no siempre se acata, y hay comedias que narran la vida entera de un individuo, si bien recomendaba hacer coincidir el paso del tiempo con los entreactos. Con respecto a la de lugar, no se acata en absoluto.
Es más, Lope de Vega no respeta una cuarta unidad, la unidad de estilo o decoro que se encuentra también esbozada en Aristóteles, y mezcla en su obra lo trágico y lo cómico y se vale de un teatro polimétrico que utiliza distintos tipos de verso y estrofa, según el fondo de lo que se está representando. Utiliza el romance cuando un personaje hace relaciones, esto es, cuenta hechos; la octava real cuando se trata de hacer relaciones lucidas o descripciones; redondillas y quintillas cuando se trata de diálogos; sonetos cuando se trata de monólogosintrospectivos o esperas o cuando los personajes deben de cambiar de traje entre bambalinas; décimas si se trata de quejas o lamentos. El verso predominante es el octosílabo, algo menos el endecasílabo, seguidos de todos los demás. Se trata, pues, de un teatro polimétrico y poco académico, a diferencia del teatro clásico francés, y en ese sentido se parece más al teatro isabelino.
Por otra parte, domina el tema sobre la acción y la acción sobre la caracterización. Los tres temas principales de su teatro son el amor, la fe y el honor, y se encuentra entreverado de hermosos intermedios líricos, muchos de ellos de origen popular (Romancero, lírica tradicional). Se escogen preferentemente los temas relacionados con la honra ("mueven con fuerza a toda gente", escribe Lope) y se rehúye la sátirademasiado descubierta.
Lope se cuidaba especialmente del público femenino, que podía hacer fracasar una función, y recomendaba "engañar con la verdad" y hacer creer al público en desenlaces que luego no ocurrían al menos hasta mitad de la tercera jornada; recomendaba algunos trucos, como travestir a las actrices con disfraz varonil, cosa que excitaba la imaginación libidinosa del público masculino y que en el futuro se extendería en el teatro cómico universal como un ardid de guion habitual en la comedia de todos los tiempos: la guerra de sexos, esto es, trastocar los roles masculino y femenino. Mujeres impetuosas que se comportan como hombres y hombres indecisos que se comportan como mujeres. Todos estos preceptos recomienda Lope a quienes quieren seguir su fórmula dramática en su Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo(1609), escrito en verso blanco salteado de pareados para una academia literaria.
Clasificación y principales obras dramáticas
Las obras dramáticas de Lope fueron compuestas sólo para la escena y el autor no se reservaba ninguna copia. El ejemplar sufría los cortes, adecuaciones, ampliaciones y retoques de los actores, algunos de ellos escritores de comedias también.
Entre 1604 y 1647 se publican veinticinco tomos de Partes que recopilan las comedias de Lope, aunque los primeros salieron a la luz sin el consentimiento del dramaturgo. Éste sólo tomó las riendas de la edición de su propia obra a partir de laParte IX (1617) y hasta su muerte, cuando tenía en imprenta las partes XXI y XXII.Juan Pérez de Montalbán, escritor de comedias discípulo suyo, afirma en su Fama póstuma que escribió unas mil ochocientas comedias y cuatrocientos autos sacramentales, de las que se ha perdido una gran parte. El propio autor fue más modesto y en sus obras estimó que había escrito unas mil quinientas, lo que puede entenderse incluyendo incluso los autos sacramentales y otras obras escénicas; pero aún así resulta una cifra muy crecida. Para explicarlo Charles Vincent Aubrunha supuesto que el dramaturgo sólo trazaba el plan y componía algunas escenas sueltas, mientras que otros poetas y actores de su taller completaban la obra; sin embargo los poetas de la época no tenían empacho en declarar su autoría en obras en colaboración de hasta tres ingenios, así que no puede sostenerse ese punto de vista, por más que la fama del autor hiciese prudente ocultar sus ayudas para vender mejor la obra. Rennert y Castro hicieron un serio estudio que concluye que la megalómana cifra anda exagerada y que se le pueden atribuir con firmeza 723 títulos, de los cuales 78 son de atribución dudosa o errada y 219 se han perdido, así que el repertorio dramático de Lope se reduciría a 426 piezas. No obstante Morley yBruerton, valiéndose, aunque no exclusivamente, de criterios métricos que después se han comprobado muy seguros, estrecharon aún más los criterios y establecieron indudablemente como suyas 316 comedias, 73 como dudosas y 87 que, comúnmente atribuidas a Lope, no son suyas.
La lista de comedias notables es ciertamente muy crecida. Pueden citarse La discreta enamorada, El acero de Madrid, Los embustes de Celauro, El bobo del colegio, El amor enamorado, Las bizarrías de Belisa, La esclava de su galán, La niña de plata, El arenal de Sevilla, Lo cierto por lo dudoso, La hermosa fea, Los milagros del desprecio, El anzuelo de Fenisa, El rufián Castrucho, El halcón de Federico, La doncella Teodor, La difunta pleiteada, La desdichada Estefanía o El rey don Pedro en Madrid.
De todas éstas se reconocen como obras maestras, si bien en toda obra de Lope siempre hay alguna escena que delata su genialidad, un par de docenas, entre las que se encuentran Peribáñez y el comendador de Ocaña (1610), Fuenteovejuna (1612-1614), La dama boba(1613), Amar sin saber a quién (1620-1622), El mejor alcalde, el rey (1620-1623), El caballero de Olmedo (1620-1625), El castigo sin venganza (1631), El perro del hortelano, El villano en su rincón, El duque de Viseo o Lo fingido verdadero.
El Caballero de Olmedo es una de sus obras más líricas, a la vez que trágica. Está dividida en tres episodios, que se corresponden con el planteamiento el nudo y el desenlace. Don Alonso (caballero de Olmedo) le pide ayuda a su criado Tello para conquistar a Inés, de ese modo Tello entra en contacto con Fabia (dotada de rasgos celestinescos) que ayuda a estos dos para que se "correspondan" y se lleguen a casar. Sin embargo Rodrigo y su hermano Fernando tratarán de impedirlo. Por fatal desenlace, Alonso muere cerca de un arroyo cuando se dirigía a Olmedo, aún siendo avisado por sueños, etc. en manos de Rodrigo, pero Tello pide justicia al Rey, que los condena a muerte.
Marcelino Menéndez Pelayo, uno de los primeros editores de su teatro, usando por criterio la temática de estas obras y sus fuentes, separó las obras de Lope en once bloques, aunque su clasificación se presenta algo confusa porque a veces se puede clasificar en dos o más categorías una misma comedia:
§ 1. Dramas heroicos y de honor; poseen temas de historia nacional y personajes reales, e ideas nacionalistas y protodemocráticas; se idealiza a los labradores ricos (Peribáñez y el comendador de Ocaña, 1605-12) o a los campesinos, como en Fuenteovejuna (1612-14), este último caracterizado por tener un protagonista colectivo, como en la Numancia (1585) cervantina o Los persas de Esquilo. Obras:Los comendadores de Córdoba (1598), El mejor alcalde, el rey (1620-23), El rey don Pedro en Madrid (1618), Audiencias del rey don Pedro (1613-20) y La estrella de Sevilla (1623), considerada de Lope hasta 1920.
§ 2. Temas de honor y venganza. Los comendadores de Córdoba, El médico de su honra -no el de Calderón-, El alcalde de Zalamea -no el de Calderón-, Las paces de los reyes y judía de Toledo (1610-12), sobre Alfonso VIII, que dio tema a las piezas de Antonio Mira de Amescua, Juan Bautista Diamante y el austriaco Franz Grillparzer; El castigo sin venganza, inspirado en un relato ("novella") de Mateo Bandello; El castigo del discreto (1598-1601); Las ferias de Madrid (1585-89); La locura por la honra (1610-12); El bastardo Mudarra(1612), que se inspira en el Cantar de los siete infantes de Lara del siglo X, que se parece a una obra de Juan de la Cueva sobre el mismo tema y tiene puntos en común con la Electra de Sófocles y El rey Lear de Shakespeare.
§ 3. Dramas de historia de España: Las almenas de Toro (1612-13), única obra lopesca que trata el tema del Cid. El mejor alcalde el rey(Alfonso VII). El mejor mozo de España (sobre Fernando el Católico). El cerco de Santa Fe (Granada). A veces se cruzan con el tema anterior, como en La campana de Aragón (h. 1600), que recoge la leyenda de venganza de la Campana de Huesca e historia también los reinados de Pedro I de Aragón, Alfonso I el Batallador y Ramiro II el Monje. Lope siempre tuvo afición al género histórico e incluso pretendió ser cronista real con poca fortuna; escribió en la dedicatoria de La campana de Aragón que:
La fuerza de la historia representada es tanto mayor que leída cuanta diferencia se advierte de la verdad a la pintura y del original al retrato, porque en un cuadro están las figuras mudas y en una sola acción las personas... Pues, con esto, nadie podrá negar que las famosas hazañas o sentencias referidas al vivo con sus personas no sean de grande efecto para renovar la fama desde los teatros a la memoria de las gentes, donde los libros lo hacen con menor fuerza y mayor dificultad y espacio.
Lope de Vega se documentaba para las comedias de historia nacional en diversas crónicas históricas, en especial en frey Francisco de Rades de Andrada y su Crónica de las tres órdenes y caballerías de Santiago, Calatrava y Alcántara, de la que salió, por ejemplo, el argumento de Fuenteovejuna, o la Crónica de Enrique IV de Alfonso de Palencia. El argumento de La divina vencedora procede de la Crónica de Fernando III y de la cantiga 185 de Alfonso X El Sabio.
§ 4. Dramas basados en el Romancero. Durante el siglo XVI y XVII las colecciones de romances se hicieron muy populares y se imprimieron (Romancero general, 1600), coleccionaron y cantaron muchos, componiéndose incluso el llamado Romancero nuevo. A los españoles les fascinaba oír los romances incompletos en los dramas y Guillén de Castro impuso el modelo de este tipo de comedias escribiendo Las mocedades del Cid; Lope correspondió con El caballero de Olmedo (1622), sobre tiempos de Juan II (1406-54), y otras comedias.
§ 5. Dramas de asuntos extranjeros. El duque de Viseo [1608-09]. Roma abrasada (1598-1600). El gran duque de Moscovia (1606). La reina Juana de Nápoles (1597-1603).
§ 6. Comedias de costumbres, sobre estereotipos culturales españoles y costumbres urbanas, campesinas o simplemente malas, de intención satírica y moral. El villano en su rincón (1614-1616), sobre la vida rural de Juan Labrador, glorifica el tópico literario del beatus ille, etc. Castelvines y Monteses (1606-12) se funda en una novela de Mateo Bandello que utilizó también Shakespeare para su Romeo y Julieta, aunque en la obra de Lope los amantes terminan casándose y las familias quedan en paz; y Hartzenbusch, ya en el XIX; Los novios de Hornachuelos. Muchas son llamadas también comedias urbanas o comedias palatinas
§ 7. Las comedias de capa y espada tienen por personajes a la aristocracia y la alta burguesía, y sus intrigas son siempre amorosas y cómicas, sin venganzas sangrientas, de forma opuesta al drama de honor: La noche de San Juan (1631) fue escrita en una hora.
§ 8 Comedias de enredo, en las que las mujeres son los personajes principales: La dama boba (1613). Los melindres de Belisa (1608).Las bizarrías de Belisa (1634). El perro del hortelano (1613). El acero de Madrid [1610]. La viuda valenciana (1604). La mal casada (1610-15). En estas comedias terminaría por hacerse un maestro su discípulo Tirso de Molina.
§ 9. Dramas bucólicos o pastoriles. De imitación italiana renacentista, inspiradas en La Arcadia de Jacopo Sannazaro, las Églogas deJuan del Encina y Garcilaso de la Vega, la Diana de Jorge de Montemayor etc. El pastor Fido (1585), por ejemplo, se inspira en la famosa novela pastoril de Guarini.
§ 10. De asunto mitológico; utilizan como material las Metamorfosis de Ovidio, y son dramas cortesanos representados para la alta aristocracia, incluso para los mismos reyes o nobles, quienes a veces actuaban en ellas. Disponían de más aparato escenográfico y a veces incluso de música. También eran llamadas comedias de teatro, comedias de cuerpo o comedias de ruido, con finales deus ex machina: Adonis y Venus, El vellocino de oro (1620), El laberinto de Creta (1612-15).
§ 11. Dramas religiosos, de historia vetero o neotestamentaria, de vidas de santos o de leyendas piadosas; muchas se representaban en los días de la festividad de un santo: La creación del mundo (1631-35), La hermosa Ester (1610), Barlaam y Josafat (1611, sobre la versión occidental de la leyenda de Buda), El divino africano (1610), sobre la vida de San Agustín, San Isidro de Madrid (1604-06), San Diego de Alcalá (1613), y autos sacramentales, todavía poco evolucionados hacia las abstractas y espectaculares psicomaquias dePedro Calderón de la Barca, como El tirano castigado, obra de la que se conserva hoy una copia manuscrita de Ignacio de Gálvez.
Aubrun reduce la categoría temática de la comedia lopesca a tres temas: el amor, el honor y la fe. Francisco Ruiz Ramón, sin embargo, prefiere hablar de dramas del poder injusto entre un noble y un plebeyo o un plebeyo y el rey, o el rey y el noble; de dramas de honor y de dramas de amor. Otra clasificación distingue entre obras cómicas y dramas, con distintos subgrupos en cada uno:
§ Obras cómicas:
§ Comedias de enredo que terminarán llamándose de capa y espada: La dama boba, El rufián Castrucho, Los locos de Valencia, La viuda valenciana, La discreta enamorada, El acero de Madrid, Las bizarrías de Belisa
§ Comedias palatinas, en las que el enredo se traslada al ambiente cortesano y aristocrático, precedentes de la alta comedia: Servir a señor discreto, El perro del hortelano, El villano en su rincón, la más filosófica ce las tres
§ Comedias pastoriles, en las que suele aparecer el autor bajo el nombre de Belardo: El verdadero amante, La pastoral de Jacinto,Belardo furioso, La Arcadia.
§ Dramas:
§ Dramas histórico-legendarios:
§ De tema estrictamente histórico: El esclavo de Roma, El nuevo mundo descubierto por Colón, Don Juan de Austria en Flandes
§ Inspiradas en el Romancero como Las mocedades de Bernardo, El bastardo Mudarra y Siete infantes de Lara, Las paces de los reyes y judía de Toledo o del ciclo carolingio como La mocedad de Roldán, El marqués de Mantua y Ursón y Valentín
§ Inspiradas en las crónicas, como El rey don Pedro en Madrid o El infanzón de Illescas
§ Inspiradas en fuentes literarias independientes, como la comedia morisca El remedio en la desdicha, sobre la historia deAbindarráez y la hermosa Jarifa
§ Tragedias, correspondientes la mayoría a lo que llamamos drama de honor: Fuenteovejuna, Peribáñez y el comendador de Ocaña,El mejor alcalde, el rey, La estrella de Sevilla, de dudosa autoría, El castigo sin venganza y El caballero de Olmedo
§ Comedias mitológicas, como Las mujeres sin hombres, El vellocino de oro, El marido más firme, sobre los mitos respectivamente de las amazonas, Jasón y Orfeo
§ Bíblicas: La creación del mundo y primera culpa del hombre, sobre Caín y Abel, Los trabajos de Jacob, La historia de Tobías, La hermosa Ester
§ De santos: la trilogía dedicada al patrono de Madrid: San Isidro labrador de Madrid, La niñez de San Isidro y La juventud de San Isidro, La buena guarda
Obra narrativa
La obra narrativa de Lope de Vega se divide en cuatro obras:
La Arcadia
No se atrevió el autor a publicar un poemario desestructurado, ni tampoco quiso renunciar a presentar en sociedad sus versos amparados por su nombre. El expediente elegido fue –y es fórmula habitual en la época– engarzarlos en una novela pastoril: Arcadia, escrito a imitación de la obra homónima de Jacopo Sannazaro y de sus continuadores españoles. La novela lopesca vio la luz en Madrid en 1598. Tuvo un éxito considerable. Fue la obra del Fénix más veces reimpresa en el siglo XVII: Edwin S. Morby registra veinte ediciones entre 1598 y 1675, de ellas dieciséis en vida del autor. Osuna recordó «son cerca de 6.000 los [versos] que contiene la novela, más que líneas en prosa en la edición que manejamos». En efecto, hoy al lector se le hace cuesta arriba imaginar que una novela, por muy poética que sea, pueda contener más de 160 poemas, algunos breves, pero de considerable extensión. No parece que tal cantidad de versos sirven de ornato a la prosa. Más bien nos revelan que el relato viene a ser excusa para ofrecer al público una amplia producción poética anterior, a la que añadió probablemente numerosas composiciones líricas escritas ad hoc.
El peregrino en su patria
Esta nueva novela en la que Lope ensaya la novela bizantina o de aventuras –con la peculiaridad de que todas ellas se desarrollan dentro de España– vio la luz en Sevilla a principios de 1604. Tuvo un éxito inmediato (hay dos impresiones madrileñas y otras dos barcelonesas de 1604 y 1605, otra de Bruselas de 1608 y una nueva edición revisada de Madrid, 1618). El peregrino en su patria no presenta la riqueza poética de la Arcadia. No porque el número de versos intercalados sea menor, sino porque muchos de ellos son dramáticos: cuatro autos sacramentales, con sus loas, prólogos, canciones. Entre los treinta y tantos poemas que introdujo en el relato bizantino no hay mucho que destacar.
Pastores de Belén
Pastores de Belén. Prosas y versos divinos apareció en Madrid en 1612. La obra gozó de un notable éxito. En el mismo año vieron la luz nuevos impresos en Lérida y en Pamplona. En vida del poeta saldrían seis nuevas ediciones. Estamos ante un declarado contrafactum que vierte a materia sagrada aquella mezcla de prosas y versos amorosos de la Arcadia de 1598. El cañamazo de la novela pastoril se aprovecha aquí para narrar algunos episodios evangélicos relacionados con la Natividad del Señor. Al igual que la Arcadia, contiene una ampliaantología poética. Se han catalogado un total de 167 poemas de las formas métricas más variadas.
La Dorotea
Como otros ciclos poéticos, este de vejez lo abrió Lope con un texto en prosa, en este caso dialogada, en el que insertó una variada antología poética. La Dorotea apareció en 1632. Probablemente no es casual que el primer poema que se oye en la acción en prosa sea «A mis soledades voy» y que aparezca expresamente atribuido a Lope. La penúltima de sus elegías, y la más celebrada, «Pobre barquilla mía», tiene como interlocutor al frágil barquichuelo.
Lope denomina a esta obra "acción en prosa", y su modelo más evidente es el género celestinesco. Evoca la historia de sus celosos amores por Elena Osorio desde la altura de su edad adulta. El estilo es sencillo y natural, pero a veces se hace acopio, como en otras obras de Lope, en particular los prólogos, de una pedregosa erudición de baratillo tomada fundamentalmente de los repertorios enciclopédicos de la época, entre los cuales tenía particular afición al Dictionarium historicum, geographicum, poeticum de Carolus Stephanus (1596) y las inevitables Officina y Cornucopia de Jean Tixier, más conocido como Ravisio Textor.
6. La escuela de Lope de Vega
Tras el éxito de Lope, numerosos escritores siguieron su modelo teatral. Destacan Guillén de Castro, que recoge temas del romancero; Juan Ruiz de Alarcón, con comedias de tono moral, y Tirso de Molina excelente autor de comedias de enredo, donde muestra una gran habilidad en la creación de personajes, como las protagonistas de La prudencia de la mujer y de Don Gil de las calzas verdes, o la figura del don Juan en El burlador de Sevilla.
La escuela dramática de Lope de Vega
Muchos dramaturgos se apuntaron a las novedades de Lope de Vega e incluso perfeccionaron su modelo. Entre los mayores seguidores estuvieron Guillén de Castro, Antonio Mira de Amescua, Luis Vélez de Guevara y su hijo, Juan Vélez de Guevara, Juan Ruiz de Alarcón y Tirso de Molina. Figuras menores fueron Miguel Sánchez, Damián Salucio del Poyo, Andrés de Claramonte, Felipe Godínez, Diego Jiménez del Enciso, Rodrigo de Herrera, Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo, Jerónimo de Villaizán, Juan Pérez de Montalbán, Luis Belmonte Bermúdez, Antonio Hurtado de Mendoza, Alonso de Castillo Solórzano, Alonso Remón y Jacinto de Herrera, por no mencionar una innume.
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